martes, 18 de agosto de 2009

Fotografía en blanco y negro



Plano medio de una mujer caucásica de aproximadamente 19 años. La escena tiene lugar en un deteriorado callejón empedrado. Al lado inferior izquierdo, sobre unas gradas con dos escalones de cemento, hay una niña de unos 7 años de edad. Su cuerpo está de frente, aunque unos diez grados hacia su derecha. Su cabello es un poco oscuro y se distinguen en el dos pequeñas colas (una a cada lado). La cola izquierda está amarrada en su origen por una tira de tela de color claro: podría ser blanca o rosada. Su cabeza está levemente inclinada hacia abajo y sus ojos, de color oscuro, miran algo frente de ella. La mano izquierda posa sobre la cintura y la derecha a la altura de la boca; el pulgar está muy próximo a sus labios. Viste un vestido de un solo color, sin embargo cada 10 cms aproximadamente hay una tira delgada de tela que lo rodea y cada vez de un color diferente. Sobre el, la niña tiene puesto un saco tejido en lana blanca. Sus medias son blancas y sus zapatos, que dejan ver parte de las medias en el frente, de color negro.
En la parte izquierda del callejón hay tres casas, la última de ellas (desde el frente hacia atrás) tiene un redondo balcón en el segundo piso.
En medio de la carretera empedrada, y en el frente de la fotografía está la mujer caucásica. Sobre su cabello tiene una pañoleta de tela escocesa; esta empieza desde la mitad de su cráneo (arriba) y desciende sobre su nuca y sus hombros. Su cabello, de color oscuro, está peinado hacia los lados por lo que se forma en medio de el un “camino” vertical. Sus cejas son poco pobladas, sus ojos achinados y su nariz un poco gruesa. Su boca no tiene expresión alguna, sus labios están tan rectos como cada una de las cruces que cuelgan de las siete cadenas en su cuello. Al igual que la niña, esta mujer también usa un saco tejido en lana blanca, pero en él se puede observar mayor detalle; por ejemplo, a la altura de su cintura se desprenden tiras deshilachadas que se extienden hasta la mitad de su fémur. Sus manos están en posición recta; bajan desde sus hombros hasta donde llegan las tiras anteriormente mencionadas. Bajo el saco se puede ver o un vestido o una falda de color oscuro.
Al otro lado del callejón también hay tres casas: la primera tiene unas gradas con igual numero de escalones que su contraparte (donde esta la niña) y se alcanza a ver una gran puerta al nivel del segundo estribo; la segunda, que tiene una puerta mas baja y cuadrada y la tercera en la que no se distingue nada.
La expresión que refleja la pequeña se asemeja un poco a la cara de la esperanza; su rostro parece esperar algo que no ve. Por otro lado, la mujer mira con desprecio. Su cara está levemente inclinada hacia la parte inferior derecha y sus ojos parecen rechazar o por lo menos hay cierta intención de aparentar desprecio.
Si se mira detenidamente y con imaginación, esta situación podría interpretarse como si la una mirara a la otra aun estando separadas ambas miradas.

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