0“Cada ser humano es único en medio de semejantes que no son idénticos entre sí” (sicolog.com). Cada persona es única, nada en este mundo se le asemeja; por lo menos no en sus objetivos, metas, experiencias, pensamientos, sentimientos, y todo aquello que cada uno construye a partir de lo que se encuentra “puesto ahí” (Boutinet; 1974), a lo largo de los trayectos y proyectos a los que se enfrenta.
La identidad personal es el resultado de un proceso de naturaleza social, es decir, el sujeto depende tanto de de los otros como de sus propios esfuerzos (el resultado de su trabajo) para ir formando una cultura individual, unos hábitos de comportamiento y unos deseos de ser y hacer: una definición de sí mismos.
Este mencionado proceso social es ejecutado por el individuo, tal vez inconscientemente, desde el mismo momento en que empieza a acumular experiencias, pero es la juventud el momento crítico en el que cada ser humano emprende un largo camino en la formación del carácter; un conjunto de rasgos personales que conforman la realidad de cada uno y se proyectan hacia el mundo externo permitiendo que los demás reconozcan a la persona desde su “mismidad”, esto es, en su forma de ser específica y particular.
Hoy en día estos procesos están expuestos a variables con un gran poder de convencimiento (influencia), capaces de desviar o despistar caminos de formación; se empieza entonces a hablar de una cultura de entretenimiento a la que se inscriben la publicidad, el ocio, las ideologías, y el entretenimiento en general para, finalmente, alterar la manera cómo los jóvenes perciben su vida y como son percibidos por la sociedad.
Este tipo de "añadiduras", al trascurrir la formación del carácter, termina por ejercer fuerzas en distintas direcciones que ponen a merced de cada individuo un conjunto de nuevas experiencias previamente pensadas para manipular cierta inocencia propia de la juventud. No significa esto que siempre lo logre pero si se exige un nivel de responsabilidad compartido por parte de los medios (los que promueven la cultura de entretenimiento) y por los jóvenes.
Por ultimo, se crea una interrogante alrededor de todo el asunto de la identidad, y la formación del carácter respecto a la influencia que ejerce la cultura de entretenimiento: ¿cómo influye la cultura de entretenimiento en la formación de la personalidad de los jóvenes y en la toma de sus decisiones?
Exponer cómo la cultura de entretenimiento influye sobre la formación del carácter y también en decisiones importantes para el futuro de los jóvenes.
1. Analizar algunos ejemplos representativos sobre la cultura de entretenimiento que viven los jóvenes.
2.Mostrar algunos ejemplos del poder de convencimiento que tiene la publicidad contemporanea.
Crear conciencia sobre los cambios culturales que se presentan a medida que pasa el tiempo y que las personas comprendan que así mismo como los problemas no son iguales que los de antes, las soluciones que se apliquen también deben ‘evolucionar’.
La identidad personal es el resultado de un proceso de naturaleza social, es decir, el sujeto depende tanto de de los otros como de sus propios esfuerzos (el resultado de su trabajo) para ir formando una cultura individual, unos hábitos de comportamiento y unos deseos de ser y hacer: una definición de sí mismos.
Este mencionado proceso social es ejecutado por el individuo, tal vez inconscientemente, desde el mismo momento en que empieza a acumular experiencias, pero es la juventud el momento crítico en el que cada ser humano emprende un largo camino en la formación del carácter; un conjunto de rasgos personales que conforman la realidad de cada uno y se proyectan hacia el mundo externo permitiendo que los demás reconozcan a la persona desde su “mismidad”, esto es, en su forma de ser específica y particular.
Hoy en día estos procesos están expuestos a variables con un gran poder de convencimiento (influencia), capaces de desviar o despistar caminos de formación; se empieza entonces a hablar de una cultura de entretenimiento a la que se inscriben la publicidad, el ocio, las ideologías, y el entretenimiento en general para, finalmente, alterar la manera cómo los jóvenes perciben su vida y como son percibidos por la sociedad.
Este tipo de "añadiduras", al trascurrir la formación del carácter, termina por ejercer fuerzas en distintas direcciones que ponen a merced de cada individuo un conjunto de nuevas experiencias previamente pensadas para manipular cierta inocencia propia de la juventud. No significa esto que siempre lo logre pero si se exige un nivel de responsabilidad compartido por parte de los medios (los que promueven la cultura de entretenimiento) y por los jóvenes.
Por ultimo, se crea una interrogante alrededor de todo el asunto de la identidad, y la formación del carácter respecto a la influencia que ejerce la cultura de entretenimiento: ¿cómo influye la cultura de entretenimiento en la formación de la personalidad de los jóvenes y en la toma de sus decisiones?
Objetivo General:
Exponer cómo la cultura de entretenimiento influye sobre la formación del carácter y también en decisiones importantes para el futuro de los jóvenes.
Objetivos Especificos:
1. Analizar algunos ejemplos representativos sobre la cultura de entretenimiento que viven los jóvenes.
2.Mostrar algunos ejemplos del poder de convencimiento que tiene la publicidad contemporanea.
Metodología:
- Visitar constantemente las siguientes paginas web con el fin de actualizar y recoger conocimientos pertinentes sobre el tema central y temas relacionados:
- Maestros del web (http://www.maestrosdelweb.com/)
- Lenguaje virtual (http://www.icesi.edu.co/blogs/lenguajevirtual/02-2009/) [Blogs de estudiantes]
- Teens (http://www.teens.com.pe/)
- Revisar programación cultural y actividades de entretenimiento en las siguientes paginas:
- Cali es Cali (http://www.caliescali.com/)
- Secretaria de cultura de Cali (http://www.cali.gov.co/cultura/)
- Por medio de Youtube, buscar trabajos visuales relacionados con el ataque publicitario a los jóvenes.
Resultados esperados:
Crear conciencia sobre los cambios culturales que se presentan a medida que pasa el tiempo y que las personas comprendan que así mismo como los problemas no son iguales que los de antes, las soluciones que se apliquen también deben ‘evolucionar’.
